Cuando empezamos a manejar una cantidad de datos, francamente apabullante, y además la gran mayoría de los elementos alojados en el servidor son, prácticamente indispensables, tanto en su disponibilidad como en su necesidad de rápido acceso, entonces es tiempo de pensar en la operación de un servidor espejo e incluso varios, dependiendo la carga de trabajo y la magnitud de la disponibilidad.
¿Servidor espejo?
Por lo general, se suele interpretar al servidor espejo como una garantía de seguridad en caso de catástrofe natural, o en caso de una pérdida material del hardware por cualquier otra causa siniestra. Y, aunque un servidor espejo sí cubre estás posibilidades y nos protege de imprevistos de tal naturaleza, también es mucho más.
Por ejemplo, un servidor espejo puede utilizarse para repartir la carga de trabajo entre ambos servers, porque un servidor espejo es aquel que almacena exactamente la misma información que el servidor «principal». Así que, por seguridad, por prevención de la pérdida ya sería motivo suficiente para considerar un servidor espejo.
Pero si aun así no lo has pensado, también por la eficiencia general de tu sitio web, tus bases de datos y todo lo relacionado a tu solución digital, es auténticamente indispensable, configurar un servidor espejo.
La configuración
Configurar el servidor espejo no suele ser un gran dolor de cabeza, pero como toda instalación sensible, hay que efectuarla con sumo cuidado. Esto depende en gran medida de qué sistema operativo utilices en tu actual servidor, pero en prácticamente todos los desarrollos podrás descargar guías para configurar servidor espejo o bien, abundantes tutoriales.
Lo que te recomendamos es seguir al dedillo las indicaciones del proveedor, mucho más que de los usuarios, esto en el caso de software de pago. Por supuesto que si tu server corre en alguna distribución de Linux, sea la que sea, la confianza estará primordialmente en experiencias de otros usuarios configurando el servidor espejo.
Al considerar un servidor espejo también debes tener en cuenta todo lo que hay alrededor de la operación y seguridad de tus servidores. Por ejemplo, la infraestructura indispensable fuera de los servidores, como a alimentación eléctrica de ambos y su seguridad según los espacios físicos en donde estén tus servers.
Por último, contar con equipo de electrónica de red y permanente acceso a Internet para tu servidor espejo. Porque de nada servirá un complejo sistema de servidores bien configurados sin lo más básico, como la red y la luz.
Clusters
Para las caídas de tu servidor hay que considerar los clusters, como el de balanceo de cargas con tolerancia a fallos, con él no importa que uno o varios de tus servidores dejen de funcionar, sino que si se necesitan más recursos se pueden incorporar más servidores para incrementar la capacidad. Este punto es esencial en un sistema de servidor espejo bien pensado.
Es indispensable contar con redundancia de las bases de datos en el servidor espejo por lo que revisa las posibilidades de Microsoft o Linux para la implementación de esta función, pues recuerda que lo esencial de contar con un servidor espejo es respaldo en relación a tus procesos críticos y en tiempo real.
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