Crear un e-commerce o tienda online requiere planificación y rigor. Hoy en día, los comercios no pueden prescindir de la posibilidad de vender productos o servicios por Internet.
Las ventajas asociadas a este modelo de venta se han revelado como numerosas. Entre ellas, cabe destacar la comodidad para el cliente y vendedor, las facilidades de pago y la permanencia de la exposición de los productos y servicios a la venta.
Por lo tanto, configurar un e-commerce se ha convertido en una necesidad para las empresas del presente. Generalmente, se enfatiza el relevante rol que juegan el marketing y la publicidad en el lanzamiento de un e-commerce, pero en este texto se valorará la importancia de la configuración informática, paso a paso, de una tienda online. No en vano, se trata de un proceso previo imprescindible para hacer viable la creación de un espacio de venta en Internet.
Por lo que respecta a las primeras decisiones a tomar, sobresalen tres conceptos clave:
- Dominio: es fundamental escoger un nombre para la página web del e-commerce. Un nombre corto, pegadizo, que no esté previamente ocupado y mediante el cual el público identifique claramente los fines de la tienda online. También tendrá una importancia capital en la consecución de posicionamiento SEO.
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- Servidor: el funcionamiento ágil del e-commerce va a depender del servidor en el que esté alojado. Se trata de programas informáticos con distintas capacidades y compatibilidades, por lo que no se ha de escatimar en la elección de un servidor potente.
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- Plataformas o CMS: constituyen softwares de gestión de contenidos que tendrán gran incidencia en la funcionalidad de la tienda online. En este sentido, se han de tener en cuenta criterios técnicos (gestión de la información, mejora del posicionamiento), de usabilidad y adaptabilidad y de inversión y aprendizaje.
http://www.bitendian.com/es/las-mejores-plataformas-para-montar-una-e-commerce/
Acertar con estas decisiones implica tener claros los objetivos del e-commerce y disponer de asesoramiento profesional. Una vez se han producido las elecciones (dominio, servidor y plataforma), se procederá a desarrollar el sistema operativo del e-commerce. Supone hacer compatibles modos de funcionamiento y ensamblar diversas fases de trabajo informático.
A continuación, se desgranan las claves para poner en marcha el mecanismo de una tienda online.
En primer lugar, hay que basarse en una serie de premisas. Las siguientes:
- La usabilidad tienen que ver con la experiencia de usuario. Es preciso que los clientes puedan encontrar lo que buscan.
- La rapidez de la página es fundamental para no desincentivar al cliente.
- Hay que poner especial ahínco en la seguridad: plataforma, SSL, contraseñas, trazabilidad de pedidos, etc.
- Formato responsive o amigable para quienes accedan a la tienda online desde sus móviles. Ello constituye una pauta de consumo que va in crescendo.
- Un diseño personalizado significará un salto de calidad.
Sobre la base de estas prioridades, ya se puede trazar un plan de desarrollo del e-commerce.
Primeramente, se ha optado por la plataforma que ofrezca unas condiciones óptimas. Interesa que la configuración y personalización resulten sencillas.
Tras elegir el dominio, habrá que dirigirse hacia la web en la que se adquirirá el servidor. Dicho servidor se debe instalar en la plataforma escogida. Ya en esta página, hay que registrarse y seleccionar el plan de instalación. Se tendrán que seguir las instrucciones de compra y confirmar, desde el área de control, que el proceso ha culminado correctamente y ya se dispone del e- commerce en condiciones de uso.
Seguidamente, llega el turno de instalar el plugin, pues este es el complemento que posibilitará quela plataforma adquiera las funciones deseadas por el comerciante. En principio, el usuario y la contraseña necesarios en este paso son los mismos con los que se tramitó la fase del servidor.
Entonces, comenzará el proceso de configuración, en el que habrá que seleccionar un tipo de plantilla. Activar la plantilla conllevará realizar una serie de ajustes. Algunos de ellos se refieren a funciones generales. Como consejo, cabe la posibilidad de dejar preconfiguradas determinadas opciones que no se van a personalizar.
Los aspectos numéricos y económicos (moneda, decimales, impuestos y tasas...) también ostentan un interés particular en un e-commerce. Este resulta el momento oportuno para que queden suficientemente esclarecedores. El apartado Finalizar Compra también merecerá una atención especial. Se trata del espacio en el que se seleccionarán la forma (transferencia de pago, TPV y PayPal) y la pasarela de pago integrada. Las condiciones de envío constituirán también un complemento de este último servicio.
Una vez se ha completado la configuración del plugin de la plataforma, conviene testar cómo van llegando reportes y órdenes. Sin duda, hay que probar las funcionalidades de la tienda online previamente. De esta manera, los posibles fallos se pueden corregir antes de que afecten a la relación con el cliente.
Así pues, cabe la posibilidad de considerar, a la hora tanto de crear una e-commerce desde 0 como de mejorarla, la aportación técnica de un informático profesional que garantice el correcto funcionamiento de las herramientas de venta.