Las empresas no pueden (y no deben) quedarse atrás en cuanto a las oportunidades que la tecnología ofrece. Para este año 2015 los expertos en la materia han definido las tendencias que seguirán las nuevas tecnologías, entre las que destacan los objetos conectados a Internet: ya no es necesario estar sentando frente al ordenador, con una tablet o un smartphone para estar online.
Un primer lugar destacado lo ocupan los “wearables”. Estos son objetos que se “llevan puestos” y que están conectados a Internet. A pesar de que las Google Glass han quedado en un segundo plano, los smartwatches han llegado con fuerza (y parece ser que para quedarse). El terreno donde más se han desarrollado es el de los fitness trackers, que informan al usuario de sus pulsaciones, de los kilómetros que ha recorrido, las calorías que ha quemado y todo lo relacionado con estar en forma. Pero aunque el wearable más conocido sea el reloj, también se encuentran pulseras (como las españolas Wetech), ropa o zapatillas deportivas, que además de señalar los logros deportivos, son muy utilizadas en el terreno de la eSalud.
Además de estos objetos que las personas “llevan puestos”, también se ha visto la explosión de los objetos domésticos conectados a la red, como detectores de humo, iluminación, termostatos… La domótica ya puede ser controlada desde cualquier parte a través de una conexión a Internet y esta tecnología puede desarrollarse aún muchísimo más. Las empresas dedicadas a ofrecer servicios de rehabilitación o construcción de viviendas y oficinas, de fabricación de electrodomésticos y de electrónica de uso en oficinas deben desarrollar la tecnología que permita al comprador estar conectado en tiempo real con su lugar de trabajo o residencia.
También habrá que tener en cuenta el NFC, el sistema de pagos a través del móvil. Por ejemplo, Apple Pay ya estuvo presente en el 1% de todos los pagos digitales del mes de noviembre en Estados Unidos, aunque en el resto del mundo su implantación es mucho menor. Ofrecer a los clientes sistemas de pago seguro y rápido, sin necesidad de dinero o tarjetas de crédito, supondrá un aumento en el volumen de ventas de los que se dedican al comercio al por menor, ya sea online o en un establecimiento a pie de calle.
Si se quiere vender, la tendencia será el marketing de proximidad y en tiempo real. Para ello, están apareciendo en el mercado los llamados Beacons, que son dispositivos basados en la detección de presencia. Estos mecanismos servirán además a los profesionales de los social media para interactuar con el cliente en el momento en que se encuentra en el establecimiento, ayudarle con sus compras u orientarle según sus necesidades.
Precisamente la presencia en las redes sociales será fundamental para las empresas. Las personas cada vez buscan más en Facebook, Twitter, Google Plus o LinkedIn información sobre los productos y las empresas que los distribuyen. Tener una buena comunidad, ofrecer una atención al cliente esmerada y generar conversación con quienes se interesan por los productos que vende una marca pueden llegar a marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso del negocio.
2015 será el año de la implantación de uso del Big Data. La analítica será clave en el escenario tecnológico y, cada vez más, las empresas se darán cuenta de la importancia y las oportunidades que ofrece el análisis de datos.
En resumen, en 2015 las personas estarán más conectadas, gracias a las nuevas tecnologías que se han desarrollado y que aparecerán en el futuro próximo. El cliente será el punto clave y su experiencia, la usabilidad del producto y el diseño atractivo serán decisivos. El Internet de las cosas seguirá creciendo, siempre centrado en el usuario.
Las máquinas serán más inteligentes gracias a la conexión a Internet y la interpretación del Big Data. Incluso se habla de la aparición de algoritmos avanzados que permitan a los electrodomésticos y otros aparatos aprender por sí mismos y actuar según estos aprendizajes. La fiabilidad de las marcas, su reputación y la seguridad que ofrezcan al usuario también serán claves. Eso sí, siempre buscando hacer más fácil el proceso al usuario: en el caso de las compras online, por ejemplo, se premian las webs como Amazon, que permiten la compra totalmente segura pero cada vez con menos clics.
Cualquier persona que quiera crear una empresa perdurable en el tiempo, debe conocer estas cuestiones, aplicarlas a su sector y ponerlas en práctica. De lo contrario, el negocio estará abocado al fracaso, porque la competencia no dejará de implantar estas tecnologías en su quehacer diario.
Si hace un par de años el contenido era el rey, ahora lo es el cliente. Un producto de calidad, con una buena campaña detrás, debe ofrecer las nuevas tecnologías de conexión en tiempo real y geolocalización para llamar la atención del público.