La inteligencia empresarial, también conocida como de negocios (business intelligence, BI), comprende una serie de herramientas y estrategias necesarias para la gestión de los conocimientos que genera una organización a través del análisis de información.
Generalmente, estos sistemas se emplean en empresas privadas y administraciones públicas y se implementan mediante la interconexión de softwares que aportan integración y visión; es decir, una perspectiva global de los datos que se manejan en la organización para facilitar la comprensión de su estado y las decisiones que conviene adoptar.
Estas plataformas cuentan con una serie de características comunes y reconocibles. La accesibilidad a la información consiste en la garantía de la comprobación de los datos por los usuarios, independientemente de su procedencia. El apoyo en la toma de decisiones, por otra parte, rebasa el concepto de presentación de la información para ofrecer a los analistas herramientas que permitan la selección y manipulación de la que resulte de su interés. Por último, la inteligencia empresarial facilita, gracias a su funcionalidad estándar, que los usuarios puedan manejar este servicio, más allá de sus distintas capacidades técnicas.
Entre las técnicas que se utilizan habitualmente en los softwares de BI destacan los cubos de análisis y vistas Ad Hoc Query, los reporting, los forecasting, el modelado predictivo, los sistemas de alertas y los análisis what if. En este sentido, cuentan con cierta reputación en el mercado una serie de herramientas analíticas, tales como Cognos, Oracle inteligencia del negocio, Business Objects, Microstrategy y Workmeter. Estos softwares aportan prestaciones, en la línea de la integración de funciones y dispositivos, que suponen un salto cualitativo con relación al resto de sistemas del paquete básico de una empresa.
Por lo que respecta a las aportaciones esenciales de la BI, sobresale la automatización en la recopilación de la información. Este proceso se distingue de la introducción de los datos en procesos de Time Reporting, los cuales se manipulan con facilidad por la intervención humana. El acceso sin límites, es decir, las aplicaciones amigables para usuarios ocasionales, constituye otro rasgo diferencial de los sistemas BI. De hecho, cabe la posibilidad de personalizar el modo de acceso, de manera que se facilita el análisis a unos datos concretos. También forman parte de los servicios de inteligencia empresarial los reporting de calidad y los modos de evaluación de la información disponible. Además, estos softwares permiten la realización de simulaciones, pronósticos y modelos de negocios para planificar operaciones empresariales.
Por último, estas herramientas sirven tanto para compartir información con otros eventuales socios del negocio como para adaptarse a itinerarios previstos por la empresa. En materia de tipos de BI, existen unos sistemas, basados en necesidades, de los que las empresas avanzadas no pueden prescindir.
En primer lugar, los Tableros de Control y los Scorecards, especialmente diseñados para ejecutivos y gerentes, ofrecen una perspectiva general de la performance del negocio. Básicamente, se centran en informaciones financieras y operativas, que se presentan en forma de muestras intuitivas y atractivas. Los Tableros de Control aportan una representación ilustrativa de la performance de la empresa. Para conseguir este efecto en un formato optimizado cuentan con gráficos, cuadrantes, tablas de medición, etiquetas free-form, formatos condicionales y colores de fondo. Por su parte, los Scorecards facilitan la representación visual de indicadores de medición.
El Enterprise Reporting remite información detallada. Es una herramienta que se basa en la selección y disposición de información para las tareas rutinarias en los formatos más prácticos y cómodos. En esta tipología de software se encuadran sistemas como el CRM, el ERP y otros de facturación y contables.
Los análisis OLAP, por otro lado, permiten analizar subconjuntos de datos interrelacionados o cubos. No obstante, esta tecnología se encuentra en continuo progreso, ya que los proveedores han de dar respuesta a la exigencia de capacidades que sobrepasen las de los cubos predefinidos por los análisis OLAP multidimensionales y estandarizados.
Los análisis predictivos y avanzados ponen a disposición del usuario capacidades para la realización de pruebas de hipótesis y predicciones o modelos de rankings de clientes, de manera que se producen investigaciones avanzadas de datawarehouse y el uso de estadísticas. En última instancia, las alertas y envíos proactivos, tanto internos como externos, han de contar con aplicaciones flexibles y garantizar la distribución de emails programados y reportes adjuntos a diversas comunidades de usuarios.
No han de confundirse, a pesar de su necesidad paralela en las empresas, otras herramientas funcionales (Excel, Microsoft Project, ETL) con los sistemas BI, ya que se incurriría en disfunciones. Estos instrumentos no poseen determinadas capacidades de la inteligencia empresarial, tales como la compartición de información sin límites, la actualización permanente y la automatización de datos.
Finalmente, cabe señalar que, gracias a los sistemas BI, las empresas consiguen una mayor eficiencia de costes y acaparan más información para tomar decisiones y responder a problemas. En definitiva, obtienen un aliado analítico imprescindible para comprender su negocio.